viernes, 25 de febrero de 2011

28 de febrero de 2011

No sé cómo se supone que tengo que hacer para remendar de una vez por todas el corazón, que hace unos años viene descosido. La última vez puse un parche, con los últimos alfileres que me quedaban, y terminó empeorando las cosas, haciendo cada vez más grande el daño; lo cómico, es que no me doy cuenta si es peor el remedio o la enfermedad, no sé distinguir lo que me puede hacer bien de lo que me va a terminar de hundir. Y si realmente me considero mínimamente pensante, es porque me puedo dar cuenta de todo esto al menos una vez que pasó..sino seguiría enredada en una maraña de hilos.

No sé cómo voy a hacer esta vez, tendré que cambiar de método, quizás la forma no es la recomendada..quizás me la pasé cosiendo a máquina lo que se cose a mano, con tiempo y dedicación; realmente estoy perdida, no sé por dónde empezar a arreglar tanta tela rota, pero ni te imaginás las ganas que tengo de haber terminado.

En blanco, la mente en blanco...saturada de tanto pensar la manera de tapar el agujero sin otro parche, evitando cometer el mismo error. Tengo la cabeza y el corazón cansados, porque lograron encontrar la solución a los recuerdos frecuentes, pero no pueden conseguir el último empujoncito para no caer en el mismo pozo, otra vez.

No quiero sentarme a esperar, y tampoco quiero tener tantos No por delante..pero hay una realidad, y es que no sé qué es lo que estoy buscando con exactitud, ni siquiera sé qué es lo que no quiero esperar sentada.

Este es el patético momento en el que me quedan bien todas las canciones, y en el cual tengo millones de sentimientos para plasmar, pero me canso de sentirlo y aún más de verlo escrito. Suficiente por hoy, terminó la sesión.

domingo, 6 de febrero de 2011

7 de febrero de 2011 (vacío sentimental)

Los presentimientos, tema que no suelo analizar, son peligrosos como para dejarlos pasar. Pueden arruinar tu presente, y colmar de desilusiones tu futuro. Pre-sentir no sirve de nada, la palabra está hecha justamente para que, al decirla en voz alta, veas lo ridículo que es sentir algo antes de tener un por qué. Entonces, ¿por qué basamos la mayoría de nuestros actos en presentimientos?, ¿por qué nos damos la cabeza una y otra vez contra la pared sin darnos cuenta de la causa?. Al fin y al cabo es tan estúpido como preocuparse, las cosas suceden por algo, te ocupes o no con anterioridad, lo presientas o no; cambiar el destino por un presentimiento es una mala decisión, dejemos de una vez por todas que fluya la energía y que pase lo que tenga que pasar: no se puede vivir la vida antes de nacer.
Hoy tuve un presentimiento, y notar que estaba sufriendo antes de tiempo hizo que caiga en la cuenta del tiempo perdido en intentar caminar más rápido de lo debido. No se puede perder ni una hora más pensando en el por qué de esa sensación anticipada, ya no hay tiempo que sobre para dedicárselo; no se puede vivir el futuro en el presente.

No voy a dar más importancia a los presentimientos, van a ir desapareciendo, y con ellos la desilusión por una predicción errónea, y la angustia de la espera a que no suceda lo que creo va a pasar. No voy a dar más importancia a lo ridículo, el destino llega solo y no me siento más a esperarlo.

Pre-sentir, es sentir en blanco y en vano.