lunes, 4 de abril de 2011

4 de abril de 2011, (me voy)

..al mar para escuchar las olas cuando vienen y se van, para sentir la paz de ese amanecer del que estoy enamorada y me invade cada vez que cierro los ojos; al campo, para ver sólo verde, para respirar sin miedo y escuchar la paz; al río, donde no encuentre más que mi reflejo; quizás, también, a otra ciudad, una que me asegure tranquilidad, una donde no conozca ni un sólo alma. ..en este país, en este continente, del otro lado del hemisferio, en el límite de dos mundos, a media hora de mi lugar o a una vida entera de estas tierras; no me importa el idioma, no pretendo hablar con nadie más que conmigo (aunque todavía no haya descubierto el mío propio), y tampoco me interesa saber dónde estoy, me alcanza con estar. ..si es YA, me haría muy feliz, pero tener la certeza de que en cualquier momento puede suceder, me hace sentir una especie de entusiasmo mezclado con ansiedad e intolerancia, sentimientos comunes en mí pero nunca todos juntos. La realidad es que me da exactamente igual el lugar, cuánto tiempo pueda o quiera quedarme en él, cómo llegaré, dónde voy a dormir o cómo voy a conseguir comida; la realidad es que necesito irme un tiempo de acá, necesito dejar de ver todos los días los mismo árboles y las mismas caras largas en el micro, y por sobre todas las cosas, necesito Viajar. Pero, y esto es sumamente importante, no es una necesidad con las mismas causas de siempre: no quiero viajar porque no tolero más esta forma de vivir, no, quiero viajar para tener una imagen fresca del lugar perfecto, de Mi lugar en el mundo; una imagen que recordar cuando tenga la necesidad de viajar porque no soporte más al planeta entero. Quiero irme para sacar un millón de fotos con la mente por segundo, y tener un refugio mental cuando a fin de año no sepa para dónde empezar a correr. Amén.

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