sábado, 16 de abril de 2011

16 de abril de 2011 (Blabla.)

Lluvia de fondo. Café mediante (quizás el tercero, y recién comienza la madrugada). Sólo una persona esperando lo que no debe. Un gato abandonó la pelea y se dejó vencer por el sueño en una cama cercana. Quizás no fue la mejor decisión quedarse pensando. Quizás necesitaba la reflexión. Las oraciones cortas comienzan a agradarle. Ya había escrito alguna vez sobre puntos seguidos y finales. Tiene la mirada perdida en alguna gota pasajera. Piensa en las nubes como coladores. Siente frío y hoy no le molesta. Cambia la cara cuando cesa el diluvio. Busca respuestas a preguntas sin sentido. Sabe que está en un momento de crisis. No lo acepta. Y hace bien. Dicen que los problemas uno se los autocrea. No está segura de que esa palabra exista. Cae la lluvia una vez más. Vuelve a sonreir. Como si hubiese ganado una batalla. Que esté lloviendo otra vez no es obra de sus deseos. No le importa y sigue sonriendo. La taza ya está vacía. Piensa en lo bueno que sería saber leer la borra del café. Nunca lo creyó cierto pero le causa curiosidad. No se sacó el pijama en todo el día. Sigue sonriendo. Ahora a causa de su sábado con gusto a domingo. Envidia a su gato por dormir tan profundamente. Y ahora se pregunta cómo es tener un sueño profundo. No tendría que envidiarlo porque él tiene fiebre y ella no. Mira hacia arriba. Hace mucho que no sueña como soñaba. Sabe a lo que se refiere. Vuelve a sonreir. Y ahora no sabe el por qué. Cree que tienen razón. Siempre está con una sonrisa. No sabe el por qué. Quizás sí. Es feliz. Simple. Claro. Piensa en lo predecible que fue ese intento de chiste. Ahora se está riendo en mute. Todos duermen. Menos ella. Ella. Que está haciendo un monólogo. Que no encuentra el sueño. Ni el amor. Sobre todo el amor. Que quiere más café. Pero que se lo niega a sí misma. Sino jamás va a dormirse. Y esto sería eterno. Y afuera sigue lloviendo. De a ratos para. Para después volver. Canta. Con la mente. Porque sino despertaría a todos. Y no quiere eso. Canta varios temas. Al mismo tiempo. Tiene energías para rato. No está tan segura de eso. No sabe cuánto tiempo más podrá estar en la misma situación. Cree que esa frase fue muy larga. Pero igual de cierta. No le gusta la comodidad. Se le cansan los músculos de esperar. Qué bueno que llueve con tanta fuerza. Quizás no es tan bueno. Piensa que el corazón también es un músculo. Y saca sus conclusiones. Odia sacar conclusiones. Como esperar. Vuelve a tomar café. No es bueno para su organismo. Ni eso ni tantas otras cosas. Extraña muchas cosas. Muchas personas. Se preocupa por su gato. Durmió casi un día entero. Está segura de que está dormido. Sí. Quiere ser más feliz. No. No sabe lo que quiere. Sabe que es feliz. Quiere otro tipo de felicidad. No. Tampoco está de acuerdo con eso. Va a viajar. Es la solución. Tiene que dormir. Tiene que dejar de pensar. Y dejar de cantar. No. Eso es lo que la mantiene viva. Y feliz. Quiere volver a bailar. Le cambia la cara. Qué amarga es la semana sin danza. Si se duerme ahora va a soñar algo lindo. Tiene un buen presentimiento. Ojalá no se defraude. Para defraudar hay gente más especializada que ella. Piensa que la mejor opción es hacerle compañía a su gato. No en la fiebre. Se pregunta si los gatos soñarán con personas. O sólo con más gatos. No quiere empezar a delirar. Y se va a dormir. Termina su café. Mira la cama desde lejos. No está sola. Está sola a la vez. Sonrie. Ahora tampoco sabe el por qué. Buenas noches corazón. Y de fondo, llovía.

1 comentario:

  1. genial.
    tenés bastantes cosas en la cabeza, con razón te quejas de cuando te carbura a mil! ahora comprendo.

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