..es como la espina que se clavó en tu pie justo en el medio de la carrera: ¿qué vas a hacer?, ¿vas a abandonar porque te molesta, porque te duele?; no, vas a caminar lo más rápido que puedas, a una velocidad que no sabías podías correr, aunque te duela cada vez más, porque sabés que al fin y al cabo vas a terminar sufriendo menos tiempo; vas a abrirte camino sin pensar en otra cosa que en la meta final, porque si parás nunca vas a tener la certeza de que alguien venga a ayudarte con tu dolor..acordate que esto es una competencia; y vas a ser el primero que corte la cinta de Llegada, con la satisfacción de saber que haber llegado hasta ahí es sinónimo de dejar para siempre el dolor, de poder sentarte y con una sonrisa dibujada en tu cara, sacarte esa espina que tantas inseguridades te trajo, esa que casi te hace quedarte a un lado del camino. Haber llegado va a significar tu triunfo por sobre todo lo que te quiso impedir seguir en carrera, tu triunfo por sobre vos mismo.
Una desilusión, es como la espina que se clavó en tu pie justo en el medio de la carrera...parece que te deja sin fuerzas para seguir, pero es la que te lanza a un nuevo triunfo.
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